En el libro de los Hechos parece haber seis actividades fructíferas que se repiten una y otra vez. Estas actividades apostólicas establecieron a muchas personas como discípulos de Jesús. También establecieron movimientos de iglesias en todo el mundo romano y más allá. Un claro ejemplo de esto está en Hechos 14: 1-7 y 14: 21-23. Esta es una historia en dos partes, con las seis actividades en curso.
La más emocionante de estas seis actividades apostólicas son a menudo las tres primeras; Orar e ir, difundir las buenas nuevas, creer y bautizar. Pueden suceder con gran alegría y, a menudo, milagros en eventos a corto plazo.
Trabajo duro inadvertido de discipulado
Luego vienen los tres restantes, los más fructíferos pero más desafiantes; Discipular, reunirse, multiplicar líderes e iglesias. Aquí es donde tiene lugar la inversión paciente y el modelar relacionales. Es el arduo trabajo inadvertido del discipulado para formar líderes y formar comunión. El corto plazo es genial, pero apunte al panorama general. Capacitar y discipular para establecer el “ADN bíblico” correcto para la multiplicación de seguidores e iglesias.
De estas seis actividades apostólicas:
¿Qué actividades no eres tan fuerte en hacer o nunca has hecho?
¿En qué actividades eres más fuerte?